El bar. Tensión, risas y buenas actuaciones.

Me ha gustado mucho. Os la recomiendo. 😉

He de reconocer que las películas españolas no suelen gustarme…pero ésta ¡¡sí!!

Al ir al cine no sabía absolutamente nada: sólo que un grupo de personas se quedan encerrados en un bar y pasan miedo. Y os recomiendo que hagáis exactamente lo mismo: es mejor ir a verla sin saber nada e ir sorprendiéndote con los acontecimientos que se suceden. ¡Palomitas en mano y a ver qué pasa!

La película transcurre toda en un bar de Madrid «típical spanish» podríamos decir, excepto la escena inicial en que se presenta a la protagonista: Elena, interpretada por Blanca Suárez.

Elena, muy moderna ella (la verdad es que me encantó su estilismo), hace una pausa en su camino para recargar su iPhone, sin sospechar que algo le va a unir a las personas que acaba de ver para siempre.

De repente entra en el bar un señor que no para de toser y que parece encontrarse muy mal. Se mete en el baño. Y de repente, algo sucede: una persona sale del bar y es asesinada con un tiro en la cabeza. ¿Quién ha disparado? ¿Por qué? ¿Qué está ocurriendo? 

Uno de ellos decide salir a ayudarle y también es asesinado de la misma forma.

Cunde el pánico entre los clientes del bar. No saben qué ocurre.

Comienzan a descubrir que la persona que estaba en el baño estaba enferma y que quien lo haya tocado, estará infectado. Pero…no hay suficientes dosis curativas para todos…

A partir de aquí, se va descubriendo cómo cada persona reacciona al miedo, a la confusión y a la desconfianza. A mí me ha parecido muy interesante.

Los actores creo que lo hacen genial. Blanca Suárez lo hace muy bien, y eso que ella no me gusta nunca. Carmen Machi y Mario Casas también. A mí Carmen Machi me encanta.

Y «el mendigo»… sin palabras. ¡Qué bien lo hace por Dios! Lo interpreta Jaime Ordóñez, al que yo recordaba mucho de los programas de José Mota donde al principio hacía de bailarín y luego ya como actor. Lo hace increíble, de verdad. Menudo descubrimiento.

En definitiva, me parece que los actores han hecho un trabajo muy bueno. Y, si he de ser sincera, es la primera vez que lo pienso de una película española.

Sin embargo, si profundizamos en la historia encontramos algunas lagunas (SPOILER): basan todas sus actuaciones en sus suposiciones y como única prueba: la conversación de WhatsApp del muerto que no hay quien entienda.

Además (SPOILER), ¿Qué es lo que se inyectan?¿Es el ébola de lo que se han infectado? ¿Por qué tenía esa persona cuatro dosis de inyecciones? ¿De dónde las había conseguido? ¿Alguien enfermo del ébola tiene ese aspecto antes de morir? Y si esa persona enferma se había inyectado eso y se había muerto… ¿Por qué interpretan que ellos pueden salvarse?

En fin, que quedan algunos interrogantes. Pero yo creo que entran dentro del sentido de la película, y que hay que valorarla y analizarla en su conjunto.

No se dan datos objetivos porque no los hay. Porque la historia se cuenta desde la perspectiva de los protagonistas encerrados en el bar. Es toda la información que ellos tienen, y según eso, tienen que actuar. No saben qué ocurre, lo deducen a través de los hechos que ven y de las pequeñas que tienen.

Esta película nos habla de cómo reaccionamos las personas ante ciertos hechos que pueden provocarnos miedo y desesperación. ¿El miedo saca lo mejor o lo peor de nosotros mismos? 

Es inevitable que durante la película te preguntes: ¿QUÉ HUBIERAS HECHO TÚ? ¿Si hay sólo cuatro dosis y sois cinco? ¿Si matan a tus compañeros? ¿Si hay unos infectados y otros no? 

¿Te dejas arrastrar por el caos y la desesperación de los demás? ¿O eres capaz de pensar por tí mismo? ¿Eres fácilmente sugestionable?

Creo que la respuesta a estas preguntas cada uno puede imaginárselas, pero nunca lo sabremos con exactitud a no ser que nos pase algo… (¡¡Esperemos que nunca!!)

¡¡Ah!! Y tiene muchos golpes de humor muy buenos. Yo me he reído con ganas varias veces 😉

¡Tenéis que verla!